El teletrabajo ha sido una alternativa positiva histórica en momentos de crisis, por lo que en el presente artículo te compartimos algunas estrategias que pueden ser útiles para que las empresas o tu negocio puedan implementar teletrabajo sin mitos y mitigando riesgos.

Si bien es cierto, conocimos de cerca el teletrabajo durante los años de pandemia sanitaria (2020-2022), la figura de trabajar a distancia a través de tecnología no era nueva y se venia desarrollando como parte de una evolución natural de las tecnologías en servicio de nuestras necesidades. Si a ello le sumamos el contexto globalizado del conocimiento a raíz de la red internet, nos encontramos frente a una forma de trabajo de vanguardia y en sintonía con la modernidad.

En dicho contexto normalmente son más llamativas las ventajas que propone esta figura para los trabajadores, sin embargo debemos considerar el valor e importancia que el teletrabajo puede implicar para las empresa y organizaciones. Y entre ellas destacan estrategias que han sido visibles con relevancia e importancia en situaciones de crisis económica, financiera o global.

  • Facebook
  • Gmail
  • LinkedIn
  • Twitter

Para ello debemos empezar por recordar los beneficios e impactos que puede coadyuvar una experiencia de teletrabajo en las empresas. Uno de los más visibles se asocia con los propios beneficios que reportará la flexibilidad en el manejo de las jornadas sobre los trabajadores, pues ello implicaría un aporte positivo en la reducción de su estrés, mejor concentración, impactando finalmente con ello sobre la productividad. Las jornadas en teletrabajo al ser de mayor efectividad (comprobada) puede permitir espacios para la optimización estratégica de posiciones de trabajo permiabilizando las planillas y poniendo el foco en las posiciones eje o clave del negocio.

Por otro lado, nos encontramos ante líneas de modernización organizacional sobre la automatización de procesos, digitalización de otros y virtualización de operaciones, lo cual conllevaría a una reducción de costos fijos sobre la presencialidad de posiciones laborales que pueden por consiguiente desempeñar su labor de manera remota a través del uso de las tecnologías. Por ello, y otros temas como consecuencia del impacto de las tecnologías, hoy en día hablamos de procesos de transformación del trabajo, y entre ellos se incluye al teletrabajo.

Es importante mencionar y recordar que cuando hablamos de una relación laboral de teletrabajo nos encontramos ante un vínculo jurídico de subordinación (al menos como se ha considerado en la gran mayoría de legislaciones en latinoamérica), es decir de trabajo lo cual implica reconocimiento de derechos y beneficios laborales, que pueden -por la naturaleza de la remoticidad- someterse a ajustes propios de la ejecución de prestaciones y jornadas distintas a las tradicionales de oficina, lo cual genera nuevos desafíos pero a la vez oportunidades para la optimización de recursos estratégicos para el negocio.

Asimismo, si la idea es que el teletrabajo conlleva de por medio grandes inversiones en tecnología no debemos olvidar que el concepto de teletrabajo en esencia implica el cambio de locación (ubicación) de la persona para el desarrollo de sus labores. por lo que debemos dimensionar ese impacto de manera positiva para la toma de decisiones, lo cual implica reconocer que los equipos para teletrabajar deberán ya no ser estáticos, y que los recursos (luz y conectividad a internet) podrían ser compartidos con el trabajador u otorgados como condición de trabajo en el modelo de alternancia entre dentro y fuera de la oficina, dependiendo del tipo de jornada que éste puede implicar como impacto para los costos de manutención de posiciones de trabajo en oficina. Ello independientemente del tipo de puesto que se decida sea teletrabajable pues la moderna tendencia implica reconocer que no todos los puestos lo son, y dentro de los que son, no todos con el mismo nivel de teletrabajabilidad, lo cual es finalmente importante para la determinación del otorgamiento de mayores o menores condiciones (inversión en equipos, condiciones y herramientas) para ejecutar el trabajo a distancia o de manera remota.

  • Facebook
  • Gmail
  • LinkedIn
  • Twitter

Finalmente, respecto al tema de la optimización de costos, es importante tener en cuenta la diferencia entre gasto y costo, pues de otra manera no se considerará una figura con contenido estratégico como lo es el teletrabajo. En situaciones de crisis en su mayoría se aprecian con mayor visibilidad los gastos y se comprimen al máximo sin visionar las oportunidades que pueden generar los costos a nivel de inversión a corto plazo. Son procesos de reflotamiento empresarial donde se hace evidente que las planillas -y derechos laborales incluidos- pueden terminar siendo sin retorno. En dicho contexto, el teletrabajo aparece como una figura que puede -con una adecuada visión- ayudarnos a mitigar y prevenir con enfoque estratégico esos gastos y convertirlos en costo de inversión cuyo retorno permitirá acercarnos a una realidad de cambio positiva en situaciones de crisis.

Como se puede apreciar es clave contar con un dimensionamiento adecuado de posiciones teletrabajables, y sobre ello además contar con un plan de implementación progresiva y estratégica de teletrabajo para poder visualizar en su real dimensión sus beneficios. Si a ello le agregamos el componente de flexibilidad+responsabilidad como una estrategia de negocio en materia de capital humano, podemos conseguir finalmente acercarnos a tendencias efectivas para gozar de los beneficios como organización y empresa, y ello nos ayudará a optimizar los costos en situaciones de crisis. Te invitamos a conocer más sobre estas opciones en nuestra línea de Soluciones 2023.

Por: Roberto Ballón B. | CEO de TeleworkSolutions

TWSolutions SRL (C)

Share This

Compartir

Comparte ahora en tus redes!